Necesitas leer poesía y lo sabes
Arrinconada en una estantería sin
protagonismo. A veces ni siquiera está diferenciada de ninguna forma
entre una ciudad sin ley de ediciones e incluso a muchos ni se les
ocurre echar un vistazo a los libros que puede haber allí. Hablo de
poesía, un género que en la actualidad es minoritario pese a que
probablemente sea el que más se analiza en los colegios e
institutos. Ha sido desterrado al mundo de las pequeñas editoriales
y puede que maltratado por los propios autores que ya parten con una
predisposición a ser tipos extraños. Pero la poesía es necesaria
para este mundo, para entender mejor lo que en él ocurre, para conocer
ese apartado humano que no puede explicar la ciencia. El alma, los
sentimientos, la interacción entre personas, el impacto que reciben
hombres o mujeres ante un paisaje, ante un suceso, en definitiva,
cada poema es una forma diferente de reflejar la vida.
Por todo ello a veces no entiendo por
qué la poesía es en la actualidad la hermana de la literatura que
nadie tiene en cuenta. Y más en la frenética sociedad de hoy en
día, sin apenas tiempo entre tareas, de vidas imparables gobernadas
por las tecnologías. Sé que muchos estaréis leyendo este artículo
y diréis: yo si leo poesía. Pero salid de vuestra madriguera,
echad un vistazo a vuestro alrededor y descubriréis una realidad de
personas que se peleaban por una entrada para el estreno de '50
sombras de grey' o que compran el libro de Belén Esteban. Son los
mismos que dirán que no tienen tiempo para leer poesía, pero después aprovechan hasta una parada en el semáforo para leer
tonterías en el "whatsapp". Es quizás, el mismo tiempo que habrían
tardado en leer un poema.
Y esa es la principal ventaja de la
poesía. Puedes pasar toda una tarde leyendo poemas, es quizás lo
que desearíamos aquellos que escribimos poesía, pero también puedes
aprovechar tan solo unos minutos libres para leer un único poema. Es
la ventaja que tiene este género, que en un par de minutos que
dediques a unos versos puedes viajar a otro lugar, conocer el
interior de una persona, transportarte a una historia de amor o
navegar por unas reflexiones que nunca pensaste. Creo sinceramente
que la falta de tiempo y el ritmo de la vida actual juega a favor del
poeta que tiene armas de sobra para acortar lo que parece
interminable, algo que nunca podrá hacer la novela. Y del precio, mejor no hablar.
La poesía es una forma de sacar al exterior el mundo interior y viceversa, un reto que pone en riesgo el orden natural de las cosas, reflejar en palabras acciones que jamás podrán llevar subtítulos. Por eso, yo leo poesía. Abro mi libro en el bar, en el autobús o en la cama. Lo abro en los minutos tras el desayuno, mientras espero a un amigo o en el baño. Y me siento un poco más fuerte después de cada poema, más preparado para llegar a la siguiente parada de la vida equipado con armas que el resto no tiene.
La poesía es una forma de sacar al exterior el mundo interior y viceversa, un reto que pone en riesgo el orden natural de las cosas, reflejar en palabras acciones que jamás podrán llevar subtítulos. Por eso, yo leo poesía. Abro mi libro en el bar, en el autobús o en la cama. Lo abro en los minutos tras el desayuno, mientras espero a un amigo o en el baño. Y me siento un poco más fuerte después de cada poema, más preparado para llegar a la siguiente parada de la vida equipado con armas que el resto no tiene.
En los momentos difíciles, piensa en
poesía;
en los momentos buenos, piensa en
poesía;
cuando no te comprendan, piensa en
poesía;
cuando te acompañen, piensa en poesía;
cuando te sorprendas, poesía;
cuando te decepciones, poesía;
ayer, hoy y mañana, poesía;
aquí y allí, poesía.
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